En un mundo VUCA (volátil, incierto – uncertain -, complejo y ambiguo), es fácil ver que el modelo tradicional de planificación estratégica para empresas necesita ser actualizado. Esto se debe a que, mientras dibujamos cómo ir del punto A al punto B, la realidad circundante puede cambiar de manera impredecible. Además, muchas veces no sabemos cómo reaccionar o incluso no comprendemos el cambio que se ha producido y sus impactos. Vea a continuación cómo la planificación de escenarios puede servir como una herramienta valiosa para abordar este problema.
Planificación estratégica tradicional
Sin duda, sería flagrantemente incorrecto afirmar que la planificación de metas y objetivos a largo plazo es algo obsoleto. Es posible observar que la gran importancia del proceso de planificación estratégica radica en las discusiones y decisiones que propicia. Al llamar la atención de la organización sobre temas complejos y elaborados que pueden terminar sin ser discutidos en el día a día, se crean oportunidades para identificar los dilemas enfrentados, las opciones preferibles y la priorización de acciones que conducirán al resultado deseado.
Así, creemos que la mayor fortaleza del proceso de planificación es actualizar la lógica de la organización de cara a su momento presente. Debe ser cada vez más consciente de cómo el mundo que lo rodea puede y debe influir en los cursos de acción que toman sus líderes y equipos. Tal conclusión está en línea con las palabras de Peter Drucker, considerado el padre de la gestión moderna, “El peor peligro en tiempos turbulentos no es la turbulencia sino actuar con la lógica del ayer.»
La planificación de escenarios
El concepto de «planificación de escenarios», que ha ganado mucha fuerza desde la pandemia de Covid-19, ha inducido a las organizaciones a incorporar adaptabilidad y espacio para el cambio en sus diseños de estrategia anteriormente rígidos y meticulosos. Al fin y al cabo, la planificación de escenarios parte de la incertidumbre, enumerando varios futuros posibles y cuál sería la postura adoptada por la organización en cada una de estas perspectivas. En este sentido, esta técnica de planificación busca principalmente responder a las siguientes preguntas: ¿Qué podemos hacer ahora para moldear el futuro a nuestro favor? ¿Qué debemos hacer ahora para estar mínimamente preparados para los peores casos posibles?
El proceso de planificación de escenarios
Hay varias formas de lograr la planificación de escenarios, pero el proceso generalmente incluye los siguientes pasos:
- Definir el alcance del futuro que será imaginado. Seleccione el período (por ejemplo, dentro de cinco años) y los principales problemas que lo afectarán (por ejemplo, crisis, huelgas, eventos políticos, etc.)
- Identificar a las partes interesadas. Después de todo, ¿quién estará al frente de este cambio? ¿Quién se verá afectado por ello? Estas voces y perspectivas deben incorporarse al proceso de planificación. En otras palabras, es necesario comprender las diferentes vertientes de las que puede provenir el cambio. Un ejemplo sería realizar el análisis de factores PESTLE (políticos, económicos, sociales, tecnológicos, legales y ambientales – environmental).
- Reflexionar sobre las incertidumbres críticas. Identificar posibles obstáculos y diseñar posibilidades de escenarios favorables, desfavorables y sorprendentes.
- Validar posibilidades con las partes interesadas. De esa manera, puede comprender si hay lógica detrás de estas suposiciones y agregar matices y contexto (descartando posibilidades poco probables o no tan relevantes).
- Escribir los 3-5 escenarios finales. Cada opción con un título (por ejemplo, «Apertura de nueva operación») y una breve historia para alinear los resultados y eventos hasta ese momento.
- Determinar posturas y tácticas basadas en escenarios desarrollados.
- Definir un plan y un proceso de revisión. Como resultado, revise periódicamente las predicciones, posturas y tácticas en función de cómo se desarrolla la realidad.
Postura y táctica en la planificación de escenarios
- Tácticas: Son las acciones que podemos adoptar según nuestra postura. Los ejemplos incluyen grandes apuestas que nos mueven hacia nuestro escenario deseado, inversiones mínimas que nos permitirán adaptarnos y recuperarnos más rápido en escenarios adversos, o decisiones inteligentes que darán sus frutos pase lo que pase.
- Postura: Se refiere a nuestra posición frente al escenario imaginado. Puede ser positivo (esfuerzo por conformar una realidad más favorable) o defensivo (esfuerzo por adaptarse a realidades desfavorables).
En conclusión, la planificación de escenarios sirve como una herramienta valiosa para que las organizaciones puedan hacerse cargo de las circunstancias e iniciar movimientos hacia la prosperidad. Como dijo Peter Drucker, “La mejor forma de predecir el futuro es creándolo”.
La Estrategia de Pacifica Continental
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Escrito por Manuela Rangel
